Entre los electrodomésticos más útiles que existen actualmente se encuentran las lavadoras. Pero como toda máquina, necesita una revisión periódica para evitar cualquier tipo de avería. Es por ello que te daremos consejos sobre cómo hacer el mantenimiento de una lavadora y qué debes evitar para que tu ropa salga siempre limpia.
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Una de las ventajas de proceder al mantenimiento de una lavadora es que estarás lejos de llamar a servicios de reparación ante cualquier avería. Y es que esta clase de electrodomésticos suelen descomponerse por la acumulación de polvo o uso de productos corrosivos que desgasten los componentes internos de la máquina.
Es así como, al hacer una limpieza periódica y un buen uso de productos de limpieza no corrosivos para lavar la ropa, lograrás alargar la vida útil de tu lavadora y podrás seguir disfrutando de sus beneficios en todo momento.
Es fácil decir que deberíamos realizar el mantenimiento periódico de la lavadora, pero la realidad muestra que puede llegar a ser todo un dolor de cabeza. Es así como te daremos algunos consejos para que el cuidado de tu máquina no sea un inconveniente:
Entre los componentes que más rápido se gastan se encuentran las mangueras, por lo que es importante que las revises periódicamente para verificar que no tengan grietas, estén rotas o muestren fugas en los extremos.
Lo recomendable es que cambies las mangueras y demás accesorios cada 3 años (o menos) para evitar que se oxiden y genere un gran desperdicio del agua. Igualmente, lo mejor es reemplazarlos apenas veas algún defecto en ellas para ahorrarte las molestias.
Además de atender tus mangueras, también debes verificar la correcta posición de tu lavadora en relación al suelo y a la pared. En este caso, controla que haya al menos una distancia de diez centímetros para que las mangueras no se enrosquen.
A su vez, corrobora que la superficie donde hayas apoyado la lavadora no se encuentre dañada. Generalmente, al vibrar durante el funcionamiento, ésta puede sacudirse y provocar algún daño durante el centrifugado de la ropa. Puedes girar las patas en diferentes direcciones para equilibrarla.
Una buena limpieza es clave para el mantenimiento de todas las lavadoras. Debes desconectar tu lavadora para limpiar la carcasa exterior con tan solo un paño suave y húmedo. En ningún momento recurras a productos corrosivos, ya que podrías estropearla.
Para el mantenimiento interior de la lavadora, prepara una mezcla de agua con vinagre blanco para que el tambor no se desgaste durante la limpieza. Para saber más sobre este tema, te recomendamos leer el artículo donde explicamos cómo limpiar el tambor de la lavadora.
El filtro evita el ingreso de polvo al interior de tu lavadora. Es por ello que, puede acumular suciedad y entorpecer su funcionamiento, por lo cual es importante sacarlo y lavarlo bien para que tu máquina siga rindiendo de forma eficiente.
No todos los detergentes son aptos para la lavadora, ya que tiene componentes químicos que terminen desgastando su sistema. Durante tu compra, lee atentamente las especificaciones del producto para saber si es apta para su uso en lavadoras.
Además de eso, es importante leer bien las instrucciones indicadas en el paquete, para usar la cantidad exacta de detergente que necesitas para una limpieza óptima de tus prendas.
Todas las prendas tienen diferentes calidades y distintos tipos de tejidos, por lo cual no recomendamos sobrecargar tu lavadora con tanta ropa. Esto sobre esforzará al equipo y podría causar un mal funcionamiento.
Lo que puedes hacer es seleccionar tu ropa en diferentes cargas o clasificarlas en prendas delicadas, de color, vaqueras, de lana, etc. De esta forma, cada prenda se limpiará de forma correcta y utilizarás la cantidad de agua apropiada para cada grupo.
Y, por último, si quieres seguir un mantenimiento apropiado de tu lavadora, es importante que evites la acumulación de malos olores ante la presencia del moho y la humedad. En estos casos, puedes dejar la tapa abierta para que se airee su interior.
Si tu modelo de lavadora es de carga frontal, no te olvides de limpiar el sello de plástico que bordea la puerta después de cada lavado. También, es importante sacar de inmediato la ropa de su interior después del lavado para que, así, evites la posible aparición del moho.
Si te vas a un viaje largo y no quieres encontrarte con “sorpresas” cuando regreses, lo que puedes hacer es desconectar la lavadora y quitarle el suministro de agua para evitar cualquier accidente. Y si eres de los que van al trabajo a diario, recuerda siempre dejar una pequeña apertura en la puerta de tu lavadora para que la humedad desaparezca de su interior.
Esperamos que estos consejos te sirvan para que realices un buen mantenimiento de tu lavadora y logres aumentar su vida útil durante mucho tiempo. Si necesitas más orientaciones al respecto, ponte en contacto con nosotros y resolveremos todas tus preguntas.
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